viernes, 1 de junio de 2012

Y ahora ¿qué?

Como muchos de ustedes recordarán, hace unos meses, la atleta palentina Marta Domínguez fue portada en numerosos periódicos y se habló de ella en numerosos programas de radio y televisión por su supuesta implicación en la Operación Galgo, operación destinada a investigar una trama de dopaje en el deporte español. Personalmente todavía recuerdo la portada de cierto periódico deportivo con la foto de la palentina y el titular “TAMBIÉN ERA MENTIRA”. Muchos pusieron a parir a la atleta, exigiendo que devolviera las medallas conseguidas. Se crearon muchas tertulias en las que los integrandes de las mismas, aún sin haber terminado todavía la investigación, ya daban por sentado que la atleta era no culpable, sino culpabilísima. Vamos, que poco menos que iba dopada hasta las cejas, además de ser poco menos que la camella-jefe de todas las drogas para deportistas que se movían en España. Hasta donde yo recuerdo (si algo lo recuerda, que me lo diga), nadie dijo nada (o si lo dijo, lo hizo por lo bajini), que esperásemos hasta que finalizara la investigación para comprobar qué había de cierto en todo eso. Creo recordar que se dijo muy poco de que estaba presuntamente implicada o que, tal y como reza nuestra jurisprudencia, “todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario”.
Nada de eso. Todo el mundo interpretó que, por el mero hecho de ser investigados, todos los implicados en esta investigación, cuya cara más visible era la de Marta Dominguez, eran culpables. Eso es lo malo de la
sociedad de la información en la que nos ha tocado vivir. Una época en la que las opiniones de unos pocos llegan a muchos en cuestión de minutos u horas. Una época en la que la mayoría de las personas tragan con todo lo que les dicen desde estos medios de comunicación sin pararse ni por un momento en querer pensar por ellos mismos. ¿Qué unos dicen que Marta Dominguez se dopa? Pues será verdad ¿no? Hala, todos contra Marta. ¿Qué otros dicen que los del Barça también se dopan? Pues será verdad ¿no? Hala, todos contra el Barça. Nadie se plantea seriamente que primero se ha de realizar una investigación y ver si es verdad y que el hecho de que unos pocos digan algo no implica que ese algo sea verdad. Pero parece que está claro que a demasiadas personas eso les importa poco menos que un carajo. Aquí nadie se plantea aquello de “a saber si será verdad”. Para ellos es verdad y punto. Bueno, será verdad a no ser que las informaciones toquen a su equipo. Entonces pasamos de la “verdad más absoluta” a “la mentira más ruin”.
Pues bien, hace unos pocos días, la jueza que lleva el caso decretó el sobreseimiento del caso por no haber indicios de delito. Entonces Es cuando me asaltan varias preguntas como: Y ahora, ¿què? ¿No se merecen una portada con el titular “SON INOCENTES”? ¿Dónde están aquellos que se rasgaban las vestiduras cuando se descubrió que tanto la palentina como otros atletas eran investigados? ¿Acaso no se alegran ahora que sean inocentes? O es que la gente que no juega al fútbol solamente cuenta cuando salen asuntos turbios? Si entonces estaban tan enfadados porque supuestamente (no olvidemos esta palabra) estaba implicada en un caso de dopaje, ahora deberían estar contentos porque no era así ¿no? ¿O es que simplemente no quieren reconocer que se han quedado con el culo al aire? Porque, claro, después de pasarse semanas y meses señalando con el dedo a estos deportistas y dando por sentado que eran culpables, ahora decir que son inocentes, pues debe ser bastante jodido. La verdad es que me imagino a los jefes de estos periódicos preguntándose ¿Y ahora qué narices hacemos con todas estas portadas? ¿Y con los artículos diciendo que eran culpables? No es difícil imaginarse la cara de poker que habrán puesto todas estas personas tras conocer este auto…

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